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‘Dijo Elokim: Haya luz y hubo luz.’ Génesis 1:3

Que la gran luz del entendimiento ilumine nuestros cerebros y purifique nuestros corazones , a fin de que en un ambiente de intelectualidad y de perfecta fraternidad , nos entreguemos a buscar los senderos de nuestra propia superación. Eusebio Baños Gómez

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LA LUZ PRESTADA - El Espía de DIOS

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lunes, 19 de marzo de 2012

Los TRES puntos.

En términos generales, todos nosotros sabemos que el PUNTO es un Signo Ortográfico, que invariablemente se coloca al terminar un Escrito, un Párrafo, después de las abreviaturas o de las iniciales aisladas de las palabras; tiene una importancia capital dentro de los usos y las costum­bres, que en forma profusa se propagan en nuestra Institución, por lo tanto, este trabajo merece un detenido estudio; en primer lugar, acerca de su Origen, para podemos formar una exacta idea de la influencia Moral, Científica y Filosófica que se le atribuye como SIGNO; y en segundo lugar, para podemos compenetrar de sus múltiples aplicaciones, dentro del Simbolismo Masónico; y en tercer lugar, para que en forma minuciosa nos demos cuenta de las diferentes definiciones que se le han dado, dentro del Espiritualismo Humano, en relación con el Mundo Esotérico.

Principiaremos pues, por investigar su Origen que deriva de la Lengua Latina “PUNGTUM” o “PUNCTUS”, voces que literalmente se refieren a una señal natural casi imperceptible, o a una artificial que se traza, para dar principio o fin a una Línea; forma también el límite de cada uno de sus dos extremos; en Geometría, es una figura que carece de Longitud, de Latitud y de Profundidad; también hablando en forma indeterminada, se le da el nombre de PUNTO a cualquier localidad, a un Paraje, un Sitio, Lugar, Puesto, Momento, Materia, Sujeto, Cuestión, Instante, Parte, etc.

Además, con adjetivos se le dan otras muchas aplicaciones, cuya definición es como sigue: PUNTO FINAL, es el signo que se coloca al con­cluir los escritos; PUNTO DE APOYO, es aquel sobre el cual opera una palanca; PUNTO DE SUSTENTACION, es el que se considera como sobre el que descansan todos los cuerpos; PUNTO CENTRAL, es el sitio equi­distante entre los lados de las figuras O central de los cuerpos que ocupan un lugar en el espacio; PUNTO CARDINAL, se le llama a cada uno de los Cuatro que marcan los Rumbos del horizonte; PUNTO EQUINOCCIAL, en Astronomía es el que durante el Equinoccio de Primavera e. Invierno, corta a la Elíptica, en la Línea Ecuatorial; PUNTO GEOMETRICO, es el que se determina por medio de la Latitud y la Longitud en que se encuen­tra situado cualquier lugar, sirviendo como base algún Meridiano cono­cido; PUNTO METOPICO, en Anatomía, es el que se encuentra entre las dos prominencias frontales del hombre; PUNTO DE FLEXION, es la por­ción en que una línea curva vuelve a cambiar de dirección; PUNTO DE INMERSION, es aquel por el que penetra un rayo luminoso a través de un medio transparente; PUNTO DE VISTA, es el asunto que se pone a la consideración o en discusión, para ser aprobado o rechazado; PUNTO DE OBSERVACION, es el lugar desde donde se pueden dominar grandes extensiones, para mantener estrecha vigilancia; PUNTO EN BOCA, se refiere a la acción de imponer el silencio o de obligar a guardar un Secreto; PUNTO MAS o PUNTO MENOS, indica un grado de comparación entre dos cosas semejantes o casi iguales; PUNTO POR PUNTO, es el acto de examinar, revisar o estudiar un asunto o cosa minuciosamente, etc.

Dentro del orden Militar, también se le conocen muchos adjetivos en materia de Táctica y Estrategia, que del mismo modo pueden enumerarse en la siguiente forma: PUNTO DE REUNION, es el lugar en que se da cita previa a las Tropas, para preparar u organizar cualquier Servicio de Armas; PUNTO DE CONCENTRACION, es el Sitio o Región, sobre la que se ordena la agrupación de grandes contingentes de Tropas y ele­mentos de guerra, para efectuar las maniobras de progresión o de ataque sobre un objetivo determinado; PUNTO ESTRATEGICO, se refiere a una base fortificada o de concentración sobre la que existen marcadas defen­sas naturales, que sirven para proteger o iniciar una ofensiva, durante las operaciones de campaña: PUNTO DE APOYO, es una reunión de Tropas que disponen de ventajosos elementos de combate que se encuentran si­tuados en lugares propicios del terreno, y que sirven para sostener o reforzar a las columnas de ataque o de defensa, durante las maniobras de guerra, desarrolladas sobre algún objetivo o frente de batalla; PUNTO DE ATAQUE; es aquel desde el cual se inicia una maniobra o serie de maniobras con el fin de desalojar al enemigo de sus líneas o posiciones de defensa; PUNTO DE BASE DE BIFURCACION, es el lugar en que sobre la marcha sirve para emprender las progresiones, hacia distintos objetivos operando por medio de maniobras o movimientos combinados; PUNTO EN BLANCO, es aquella Plaza, Recinto o Zona ocupada por el adversario, y que se deja sin localización previa, con el fin de que en forma intempestiva o inopinada a la vez que secreta, se tome en consideración, para dar una sorpresa al enemigo; PUNTO CULMINANTE, es el momento más álgido que alcanza una operación militar durante el curso de las maniobras de guerra, sea favorable o desfavorable a los contendientes; PUNTO DE CONVERGENCIA, es el lugar en que tiene verificativo la re­unión de dos o más columnas, que desprendiéndose de diferentes bases, llevan la misma misión bélica; PUNTO DE DIRECCION, es la ruta previa­mente señalada, para efectuar la iniciación de una marcha, movimiento o maniobra de las Tropas en campaña; PUNTO DE INTERCEPCION, es el sitio en que una columna intercepta el paso del adversario, para el fin de evitar una sorpresa de flanqueo o una retirada estratégica; PUNTO PELIGROSO, es el lugar en que se encuentran obstáculos naturales o artificia­les, dominados por los fuegos del enemigo; PUNTO SALIENTE, es el que en una línea de trincheras o de defensas, se encuentra más avanzado hacia el frente del adversario; PUNTO DE PENETRACION, es aquel lugar que se ha obtenido, mediante el más alto grado de avance detrás de las posiciones y dentro de la zona enemiga; PUNTO DE LLAVE, es el sitio a través del cual, hay necesidad de pasar forzosamente dl1rante las marchas, las progresiones o las maniobras de campaña, para poder alcanzar el ob­jetivo previamente señalado; PUNTO DE CONTACTO, es el lugar en que las unidades avanzadas de los contendientes, inician sus fuegos, para dar principio al combate formal; PUNTO DE VARIACION, es el sitio en que una columna, obligada por las circunstancias o por la acción del enemigo, cambia de dirección o de posiciones, para colocarse en condiciones más ventajosas. .

Como se ve, la palabra PUNTO tiene innumerables aplicaciones las que seria muy largo continuar enumerando detalladamente, sin embargo, tenemos la convicción de que si tratamos sobre el Origen material de dicha voz, resulta que el PUNTO es la esencia y fuente de donde emanan todas las cosas que existen en el Universo y es también la razón por la cual, se le compara con las moléculas, tos átomos, los iones y los electrones, en consecuencia podemos pasar a tratar la interpretación del PUNTO, dentro de las enseñanzas del sistema Simbólico de la Masonería, en que se nos manifiesta su origen histórico como procedente de las Antiguas Constituciones; cuando fueron reglamentados los DEBERES y los DERE­CHOS Masónicos del hombre; es decir, desde que se establecieron los QUINCE PUNTOS fundamentales, mismos que al haber sido sujetos a un minucioso estudio e investigación de sus preceptos, por parte de la Legis­lación Interior y Exterior de los Cuerpos Simbólicos y Filosóficos, resul­taron los TRES PUNTOS más adecuados, para obtener la más exacta apli­cación del Simbolismo en la Masonería y sus enseñanzas.

Por tal motivo, y bajo ese sistema de estudios, se creó el NUEVO MUNDO DE LAS PALABRAS y de los SIGNOS, como el medio más com­prensivo, para propagar las ideas cuyas enseñanzas Ritualísticas en Ma­sonería, se encuentran en vigor desde el año de Mil setecientos seis, fecha en que fue definida la palabra PUNTO, corno la esencia o el Origen fundamental de todo lo que existe en materia de filosofía y ciencias, y de ahí viene precisamente, que de los QUINCE PUNTOS que se investigaron, nacieron también las QUINCE BASES que se conocen sobre los DERE­CHOS LEGALES que rigen a la humanidad; además que de la misma manera se crearon los PRECEPTOS que definen a la RAZON, a la EQUI­DAD Y a la JUSTICIA; por lo tanto, esos mismos QUINCE PUNTOS de vista fueron decretados y puestos en vigor, para garantizar la UNION, la ARMONIA y la PAZ, en beneficio de todo el MUNDO, principalmente de la Confraternidad Universal.

Posteriormente, en el año de Mil Setecientos Diez y Siete, las Grandes Logias de Inglaterra y Francia, establecieron, para mejor comprensión de los preceptos legales, que esos QUINCE PUNTOS BASICOS, se dividie­ran en TRES Grupos de CINCO PUNTOS cada uno, mismos que en la actualidad corresponden a los estudios Ritualísticos del Simbolismo, de la Filosofía y de las Ciencias, dentro de cuyas materias se encuentran también definidos los DEBERES y los DERECHOS del hombre, en relación con el SER SUPREMO, para con sus SEMEJANTES y para CONSIGO MISMO.

Por lo tanto, si tomamos en consideración el origen primitivo acep­tado de los TRES PUNTOS MASONICOS, como el sistema Reglamentario de nuestros Preceptos Legales en materia de MORAL, de FILOSOFIA, de las CIENCIAS y de las ARTES; queda demostrada la idea que se tuvo, para establecer que los TRES PUNTOS CONSTITUCIONALES, son los mismos que ahora únicamente se colocan en forma Triangular, después de las abreviaturas o de las iniciales en los Escritos Masónicos; por tal motivo, procederemos a dar una amplia explicación sobre el Simbolismo a que venimos haciendo referencia, para el fin de proporcionar una mejor interpretación a las diversas opiniones ya conocidas por nuestros herma­nos que ostentan distintos grados, y sobre todo, para poder emitir algunos de los más elevados conceptos, que aún se ignoran, sobre el sentido Filo­sófico de estas enseñanzas.

Desde luego podemos afirmar que los TRES PUNTOS a que nos re­ferimos, no constituyen precisamente un SIMBOLO DOGMATICO de la Masonería, sino que se 1e considera como un SIMPLE SIGNO RITUALIS­TICO, destinado a cortar las abreviaturas que constantemente encontramos en las Planchas o Trazados de Arquitectura Masónicos, y es por eso que se ha creído, que las TABLAS DE LAS LEYES MASONICAS, esta­blecen como base. fundamental del Espiritualismo en nuestra Orden, a los TRES IODS HEBREOS, a la KABALA del TETRAGRAMA, al TIÜANGULO RADIANTE, etc.; aunque en realidad puede ser que haya algo de influen­cia. en ese sentido, pero la verdad es, que esta IDEA posiblemente tuvo también su origen en el carácter MISTICO, en el OCULTO o en’ el SA­GRADO que se le atribuye al número TRES.

Consiguientemente, los TRES PUNTOS de, manera indispensable, deben aparecer como el SIGNO PREFERIDO, para ser aplicado a todas las abreviaturas Masónicas, puesto que Simbólica y Universalmente, se le reconoce como el EMBLEMA DE LA DISCRECION.

Por otra parte, es de lamentarse que dentro de la Puntuación Simbó­lica, que aparece en toda clase de documentos Masónicos, tal vez por falta de orientación o de un. estudio adecuado, se vienen cometiendo muchos errores, al abreviar algunas palabras o al ser representadas por medio de sus iniciales, sobre todo, por lo que se refiere al PLURAL de las mismas, puesto qué en ocasiones, se les puede también confundir con otras voces que indican una misma idea o palabra o bien que pueda ex­presar otra enteramente distinta de la que se trata manifestar.

Para mayor comprensión de mis Queridos Hermanes del Primer Grado, debo manifestarles que las abreviaturas Masónicas, escritas con la mayor corrección, consisten en colocar la Letra, Letras, Iniciales o Sílabas de las palabras, seguidas de los TRES PUNTOS repartidos en forma de Trián­gulo Equilátero, con el vértice hacia la parte superior; esta forma de escritura lleva el nombre de ABREVIATURA TRIPUNTUADA, y como ya se dijo antes, su VERDADERO ORIGEN data de las TRES bases que sirvieron para la formación de los PRECEPTOS LEGALES, base funda­mental que conceden los DERECHOS y los DEBERES al Masón con rela­ción al Mundo Físico, al Espiritual y al Intelectual; aunque se tiene cono­cimiento, de que en otros órdenes de escritos muy remotos, este Sistema de abreviatura es mucho más antiguo.

Sin embargo, varios Autores Masónicos ,aseguran que no obstante a que ya se conocía el uso de la Abreviatura Tripuntuada, por primera vez y de una manera Oficial, la implantó el Gran. Oriente de Francia en París, por medio de una Circular, el Doce de Agosto de Mil Setecientos Setenta y Cuatro, puesto que ya en Mil Setecientos Diez y Siete, la Gran Logia del Estado de Inglaterra la había adoptado, para el uso de toda clase de Abreviaturas en los Escritos Masónicos.

Ahora procederemos a dar a conocer las principales Reglas, para lograr una justa aplicación de las Abreviaturas Tripuntuadas, misma que muchas veces no se interpretan correctamente, por lo tanto, vamos a tratar detalladamente sobre las CINCO formas o Sistemas de abreviaturas que se conocen y que en seguida vamos a enumerar:

Primera. Basta usar la letra Inicial de una palabra, siempre que ésta no pueda ser confundida con otras, por ejemplo: A.’. M.’. fácilmente se interpreta como APRENDIZ MASON; en cambio aisladamente la Inicial A.’. para indicar solamente que se trata del APRENDIZ, resu1ta que en este caso si es posible confundirla con otras voces como ARA; ARQUI­TECTO, ABATIR, ABLUSION, ARCO, etc., por lo tanto, en esta última ocasión la abreviatura correcta sería: Ap.’., o sea la A mayúscula con una p minúscula, que claramente indican la palabra APRENDIZ.

Segunda. Para escribir las abreviaturas en plural, se hace necesario duplicar las Iniciales, mediante las siguientes dos formas: HH.’. AA.’., que indiscutiblemente significan HERMANOS APRENDICES, pero en cuanto se trata de expresar íntegramente la interpretación de las últimas Inicia­les en forma aislada, se procederá en la siguiente manera: AAp.’., es decir colocando dos aes mayúsculas y una p minúscula, con lo que basta para evitar cualquier confusión; el otro ejemplo para determinar el PLURAL de las palabras por medio de las Iniciales es: AAp.’. MMas.’., para indicar que se trata de los APRENDICES MASONES y que tampoco dan lugar a equivocación alguna al interpretar su lectura.

Tercera. Para expresar las diferentes palabras que principian con la misma Inicial, se usará sólo la primera letra Mayúscula aislada, en repre­sentación de la voz más caracterizada por la costumbre, por ejemplo: para escribir las palabras MAESTRO MASON; no hay más que colocar las iniciales M.’. M.’., pero cuando se trata del PLURAL deben duplicase dichas letras de la siguiente manera: MM:. MM:., es decir que con sólo anteponer las dos mayúsculas se consigue una correcta abreviatura en el Plural.

Cuarta. Cuando en conjunto haya necesidad de abreviar todas las palabras de una oración, deben emplearse tan sólo las iniciales de cada una de sus voces, aun cuando se crea que pueden confundirse con otras, sea porque tengan la misma significación, pues debemos tomar en consi­deración que la idea expresada en la referida oración, tiende a impedir cualquier confusión; como podemos demostrarlo en los siguientes ejem­plos: la S.’. puede interpretarse como SALUD SUBLIME, SOBERANO, SAL SOCIEDAD, SAGRADO, etc.; la T.’. igualmente puede indicar TRONO, TRIANGULO, TABERNACULO, TRULLA, TOLERANCIA, TA­LLER, TUNICA, etc.; así como la inicial U:. del mismo modo puede decir UNIVERSAL, UNION, UNGIR, UNIVERSO, UNIDAD, UNANIMIDAD, etc.; pero si congregamos esas Tres Mayúsculas de la siguiente manera: S.’. T.’. U.’. inmediatamente llegamos a la conclusión de que se trata de las palabras SALUD, TOLERANCIA Y UNION, que es el Lema inconfun­dible en masonería, y que aparece en todo escrito de carácter Oficial; en igual forma se pueden interpretar las Iniciales A.’. Lo’. G.’. D.’. G.’. A.’. D.’. U.’. que invariablemente se leen como sigue: A LA GLORIA DEL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, y así sucesivamente todas las abreviaturas de determinadas oraciones se traducen con suma facilidad.

QUINTA. Cuando se hace necesario anteponer a las Iniciales de las palabras, las letras que les siguen, como por ejemplo: Cuad.’. Log.’., para expresar CUADRO LOGICO; Resp.’. Logo.’. Simb.’., que indica RESPETA­BLE LOGIA SIMBOLICA, o bien, cuando se escribe Or.’, que quiere decir ORIENTE; de otro modo, Gr.’. Or.’, para referirse al GRAN ORIENTE; o también Ven.’. Maesto.’., VENERABLE MAESTRO; Vig.’. VIGILANTE o Vigo.’., VIGILANTES, etc.; en que no hay lugar a equivocación alguna en su interpretación, es sumamente; sencilla su lectura, tomando en cuenta que estas abreviaturas, desde luego que no podrán expresar más pala­bras que las ya especificadas, dentro de los CINCO Sistemas a que hemos venido haciendo referencia.

Por lo demás, creemos que por medio de esos CINCO SISTEMAS, aplicados a la escritura abreviada en Masonería, hemos logrado orientar la opinión particular de nuestros Queridos Hermanos Aprendices, con lo que indudablemente llegarán a interpretar con marcada facilidad las suso­dichas abreviaturas, empleando las Reglas descritas y que constantemente aparecen en las escrituras de las Planchas y Trazados de Arquitectura, en los que indispensablemente hay que traducir, las Iniciales, Sílabas, Principio de Palabras y otras modalidades que por, su naturaleza, tienden a dificultar ante el Mundo Profano su lectura e interpretación.

Sin embargo, a pesar de que algunos Autores y Escritores, conocidos y considerados como los que se encuentran mejor preparados en materia de Origen y de Historia de estos Sistemas de ABREVIATURAS, no se han puesto de acuerdo en forma definida para establecer un mismo criterio a ese respecto; lo que ha dado lugar un cúmulo de dudas, sin comprender probablemente que con ello se ha tratado de ridiculizar dichos Sistemas de Puntuación adoptados por la Masonería, puesto que el METODO TRI­PUNTUADO se ha creado, precisamente para poder determinar DISCRE­TAMENTE y en forma llamativa, el valor de muchas palabras, que en el concepto de las Logias y los Hermanos en particular, es necesario emplear. cuando se trata de hacer conocer públicamente los asuntos, para que sólo puedan ser interpretados por los Masones; aunque por lo demás, existen datos de que con mucha mayor anterioridad, la propia CURIA ROMANA, utilizó, sobre toda clase de escritos el mismo Sistema de Abreviaturas TRIPUNTUADAS.

En consecuencia, una vez que hemos llegado al convencimiento de que en realidad, desde época inmemorial, aunque no en nuestra Orden se ha venido haciendo uso de esta clase de abreviaturas; ahora nos ocu­paremos de investigar el Significado, la Interpretación del Simbolismo de los TRES PUNTOS..

Ahora comprendemos que efectivamente los TRES PUNTOS, dentro del Sistema Filosófico y Científico de la Masonería, nos representan a las TRIADAS, las TRILOGIAS y TRINIDADES concebidas por el Espiritualismo Masónico, por: cuyo motivo han sido muy aplicadas y sustentadas, dentro del Simbolismo, el que en. sí; forma ya un Método de enseñanzas METAFISICAS, pero bajo la influencia de la MORAL MAS PURA Y a la que en realidad se le ha conceptuado. como la BASE FUNDAMENTAL de la UNIDAD ABSTRACTA. o sea el manantial mis fecundo que ha dado origen a todas las, Religiones y Sectas que se conocen y que han adoptado los Pueblos que existen sobre la Superficie de la Tierra; aunque para nos­otros los Masones, cuando menos para los que tenemos la convicción de haber recibido una preparación intelectual Masónica, superior en materia de Moral y Filosofía; esas TRIADAS, las TRILOGIAS y las TRINIDADES de que venimos hablando, nos representan de una manera elocuente, la ma­nera de SENTIR, de PENSAR y de OBRAR; es decir, que esos TRES PRIN­CIPIOS, nos dan la idea de lo que es la RAZON, la EQUIDAD y la JUS­TICIA, interpretadas por la Conciencia Humana, como cualidades propias de todo hombre de bien; y como consecuencia lógica invariablemente nos conducen por el camino de la REALIDAD, de la CERTIDUMBRE y hacia la VERDAD SUPREMA.

Por otra parte, y atendiendo a la forma Geométrica en que se colocan los TRES PUNTOS Masónicos, en las abreviaturas, unidos también por medio de TRES LINEAS, nos producen al Triángulo Equilátero, mismo que constituye la base para la aplicación de la Trigonometría, y por razón natural viene siendo la primera de las superficies geométricas, en que se apoyan las Matemáticas, sirviéndole, de PUNTO INICIAL para ejecutar todas las medidas.

Ahora bien, por lo que se refiere al sentido Moral y Material, atri­buido a la enseñanza Simbólica de los TRES PUNTOS, procuraremos dar a conocer las más interesantes interpretaciones que se les atribuyen, y desde luego notamos que se nos presentan como el emblema de la FUER­ZA, por la sencilla razón, de que simbolizan al TRIANGULO DEL TIEMPO, ejerciendo su implacable ACCION, sobre todo lo creado dentro del ambiente Universal, puesto que nos manifiesta en forma palpable, al NACIMIENTO, a la VIDA y a. la MUERTE, como factores sintetizados en el PASADO, en el PRESENTE y en el FUTURO; y es precisamente esa potencia, INVISIBLE, INTANGIBLE e INVENCIBLE, la que irremisible­mente PRODUCE, MANTIENE y DESTRUYE a todos los Seres y las Cosas que conocemos, para, el fin de lograr una adecuada estabilidad, una perfecta armonía y una perdurable ETERNIDAD, dentro de todo lo Creado por la propia Naturaleza.

Los TRES PUNTOS, son también el Símbolo ,de las actividades hu­manas, porque indica también a los TRES PUNTOS que aparentemente recorre el SOL en su carrera, durante el DIA a través de la Bóveda Ce­leste; el primer PUNTO es el Oriente, por donde asoma el Astro, al des­puntar el Alba; el segundo PUNTO es el Cénit, como el más culminante de su recorrido; y el tercer PUNTO es el Occidente, en donde el referido Astro termina su carrera para cerrar el DIA; por ese motivo son también los TRES PUNTOS, la representación material de las TRES LUCES que gobiernan la Logia, y que se colocan al Oriente, el Venerable Maestro para abrir los Trabajos; al Medio Día, el Segundo Vigilante para vigilar tareas y que se ejecuten con regularidad, y al Occidente, el Primer, Vigi­lante para cerrar las actividades de los Obreros del Taller y conducirlos al descanso.

Durante el Ceremonial de la INICIACION, de la misma manera los TRES PUNTOS, representan al recorrido que se. hace ejecutar al Graduan­te, durante su preparación, acto que se lleva a cabo principiando por Oriente, Medio Día y Occidente, con lo que se da por terminada su peregrinación a través de las PRUEBAS Morales y Materiales, aunque también le indican, los lugares a los que irremisiblemente, debe llevar sus LUCES y CONOCIMIENTOS en bien general de la Orden y de la Humanidad; es por eso también que el Masón debe sentirse más que satisfecho, al poder usar después de su nombre, los TRES PUNTOS SIMBOLICOS.

Pero resulta que igualmente es motivo de hondo interés, para el Aprendiz Masón, el que los TRES PUNTOS constituyen al emblema de la PALABRA SAGRADA, Símbolo de la FUERZA puesto que con allá se ca­racteriza, se distingue y se da a conocer ante todos sus demás hermanos, por lo mismo, creemos también que por esa razón se asegura que es, el símbolo innegable de la VERDAD, puesto que ya sabemos que eso es lo que’ indiscutiblemente indica la esencia Moral y Filosófica de la referida palabra.

Efectivamente, hemos llegado a comprender de una manera evidente, que los TRES PUNTOS son los que fundamentalmente forman al DELTA LUMINOSO Y SAGRADO, que en forma imaginaria se TRAZA en el aire, al producir el chasquido de los dedos Índice y Medio, hacia ORIENTE, MEDIODIA y OCCIDENTE pronunciando a la vez, las palabras HOUSE, HOUSE, HOUSE después de tributadas las Baterías del Grado; con estas explicaciones, queda demostrada la Profunda Filosofía que en sus enseñanzas nos proporcionan los TRES PUNTOS, así como su gran influencia, sobre todos los estudios Ritualísticos, Dogmáticos y Filosóficos de la Masonería.

Efectivamente, pasando a tratar lo más interesante sobre la aplica­ción de los TRES PUNTOS dentro de ese Ritualismo, los Dogmas y la Ortodoxia Masónica, vemos que se manifiestan de una manera palpable, dentro de la verdadera FILOSOFIA MORAL, en que se demuestra claramente, a los Principios Básicos fundamentalmente conocidos con el nombre de TERNARIAS MASONICAS, por ejemplo: tenemos a las sublimes Vir­tudes o Cualidades que la ETICA entre los Masones. nos da a Conocer también de manera profusa; tales son la FUERZA, la BELLEZA y el CAN­DOR, conocidos como los TRES PUNTOS esenciales que debe reunir el APRENDIZ MASON, al ser Iniciado; del mismo modo se nos presentan la VOLUNTAD, la SABIDURIA y el TALENTO, como otros tantos PUNTOS de CAPACIDAD FÍSICA, de VALOR MORAL y de aptitud INTELECTUAL del Masón, campos en que indudablemente nos encontramos a la FUERZA, a la CAPACIDAD y a la EXPERIENCIA al igual que podemos definir, dentro de ese mismo ambiente al MISTERIO, al ESPIRITU y al INFINITO, como factores básicos de las enseñanzas que la Verdadera Ortodoxia Masónica nos proporciona, con toda amplitud, para demostrarnos los sublimes principios de DBERTAD, de IGUALDAD y de FRATERNIDAD, así como los potentes e inigualables apoyos, que de manera indiscutible nos propor­cionan. los inviolables, DERECHOS del hombre; en igual forma tenemos a la SALUD, a la TOLERANCIA y a la UNION, como a los TRES PUNTOS que deben estrechar cada vez más los lazos de AMISTAD, de COMPAÑERISMO, entre la colectividad humana; de la misma manera nos encon­tramos a la RAZON, a la EQUIDAD Y a la JUSTICIA, como PUNTOS que de un modo radical, establecen el RESPETO AL DERECHO AJENO. Y así sucesivamente nos seguimos compenetrando, de que existen infinidad de VIRTUDES CIVICAS dentro de las enseñanzas Dogmáticas, Ritualísticas y Litúrgicas: contenidas en la Ortodoxia Masónica, y que se encuentran en concordancia con las Costumbres, con los Derechos y con los Deberes que están obligados a cumplir, todos los Iniciados, después de haber adquirido Conocimientos, que irremisiblemente les conducen por el punto que les ilumina la LUZ DE LA VERDAD SUPREMA.

Para terminar este trabajo, es conveniente, establecer también, que los TRES PUNTOS se colocan al final de las abreviaturas o de las Iniciales de los Escritos, Documentos, planchas y Trazados, de Arquitectura Masó­nicos, con el fin de OCULTAR, de IMPEDIR o de DESVIRTUAR en forma discreta su contenido, de la curiosidad profana, o bien cuando se trata de DISIMULAR el verdadero sentido o significado de lo que en realidad se desea expresar o manifestar; pero que solamente debe ser del conocimiento de quienes han sido INICIADOS en cualquiera de los Grados de la Masonería Simbólica o Filosófica, puesto que constituye un medio por el cual, también se antepone una BARRERA Simbólica, de la cual, se sirve la Masonería, para DEFENDER, DESPISTAR o mantener en RESER­VA, todas aquellas palabras, argumentos o materias de enseñanzas que únicamente pueden darse a conocer en, Logia Abierta, o hacerse del domi­nio público de los Masones en general. En tal virtud, resulta que los TRES PUNTOS, son el emblema GE­NUINO del SECRETO, además de que constantemente DOS recuenta al JURAMENTO que por TRES VECES prestamos ante el ARA, al ser in­vestidos MASONES; sin embargo, existen otras muchas aplicaciones e interpretaciones exotéricas y esotéricas, relacionadas con los TRES PUN­TOS, mismos que tendremos la oportunidad de conocer, de estudiar y de aprender, al tratar sobre las enseñanzas Filosóficas, Científicas y Mora­les, contenidas en los Grados subsecuentes.

lunes, 30 de mayo de 2011

El Templo Interior.

Los masones hemos sido iniciados tales, para la construcción del templo ideal, hemos sido iniciados en un arte bajo el designio del oficio de constructor, por eso nos llaman obreros y nuestro templo el Taller. Este templo representa en primer lugar el hombre mismo, después representa la sociedad y por último representa la creación. Nuestro arte de constructores se denomina ARTE REAL, porque a instancias del Rey Salomón quien hizo construir el Templo de Jerusalén, dedicado a DIOS VIVIENTE, nosotros construimos el Templo en el Hombre, en el Mundo,

A La Gloria Del G.·.A.·.D.·.U.·.. ¿Qué es el hombre, según la tradición iniciática?. La Concepción racionalista del hombre, que sirve de fundamento a la civilización contemporánea no corresponde a su verdadera esencia e impide la comprensión de ésta. En tanto que ser puramente orgánico, es solamente un egoísmo que se afirma y un animal gregario. Sus manifestaciones espirituales solo son una función de la sustancia gris del cerebro. ¿De donde viene pues esta angustia que se ampara en si mismo cuando ha tenido éxito en satisfacer sus necesidades materiales, que hay en la conciencia tranquila y que siente aún la satisfacción del deber cumplido?. ¿De dónde el hombre debe el principio, irracional que le fuerza a "clamar un sufrimiento desconocido" en un lenguaje comprendido del corazón?. ¿Por qué desde el día en que se ha puesto a contemplar el cielo y el mundo supone la existencia de un secreto en el interior y en el exterior de si mismo? Schiller ha dicho:

"EN MI Y FUERA DE MI ESTA ESCRITO EL JEROGLÍFICO DE UN FUERZA QUE ME PARECE..."

La Concepción iniciática del; hombre no se ha limitado a la del sapiens de la antropología científica no sólo es la Unidad sociológica que compone la colectividad humana. El hombre es mucho más y mejor que esto: desborda la fórmula del binario cartesiano, compuesto de cuerpo y alma. Iluminado por la tradición iniciática, el hombre es el hijo del cielo y de la tierra, el centro de la Gran Triada, siendo ésta la Cadena que une la Esencia, a la Sustancia. Su espíritu pertenece al cielo y su cuerpo a la Tierra. Según las palabras escritas sobre la Tabla de Esmeralda del hermetismo, el hombre se eleva de la tierra al cielo y desciende del cielo a la tierra, aprende la sabiduría de las cosas visibles e invisibles. Es el espejo que refleja el rayo divino y que coexiste en él sin mezclarse lo divino con lo material. Según la filosofía hindú, el hombre participa de la emanación divina de la cual un rayo forma en cada ser una parte superior y descarnada que le sirve de guía en todas las fases de su evolución; es una noción análoga al del Ángel de la Guarda (guardián) de los cristianos. El hombre integral realiza en sí mismo el equilibrio del espíritu, imagen del LOGOS, y su envoltura corporal.

La edificación del templo Interior es precisamente la reconstitución del hombre verdadero por medio de su perfeccionamiento; es entonces que desaparecen en él todos los VELOS que son obstáculos y que disimulan a sus ojos la verdad real; el egocentrismo del cuerpo se subordina al teocentrismo del espíritu; el hombre ha perdido su unidad original y se encuentra como descentrado; la iniciación lo torna a su sitio que le devuelve elevándolo según la vertical que une el hombre al cielo. Cuando se admite el concepto iniciático de la naturaleza humana, el Bien es la unión del libre albedrío humano y del PRINCIPIO SUPREMO, mientras que el Mal es la oposición de estas dos fuerzas. En el primer caso, uno ve realizarse la asociación del hombre libre con la economía divina del mundo. En el segundo, hay disociación de los dos.

En su calidad de Orden Iniciática, la Francmasonería, tiene por tarea colaborar con el PRINCIPIO SUPREMO y buscar a realizar en, este mundo el provecho del G.·.A.·.D.·.U.·.. No hay un abismo entre esta doctrina de la predestinación del hombre y las concepciones más altas de la filosofía positivistas y materialista. En un H.·., la neutralidad ó incomprensión de este deber esotérico representa la infancia masónica, ó la pseudo iniciación. La oposición activa y la negación del Principio Supremo, que limitan al hombre al plan de los fenómenos, constituyen la CONTRA INICIACIÓN.

La Preparación para la Iniciación.

El objeto de la Iniciación es producir la Iluminación del alma por medio de la Luz Interna. Por lo tanto, antes de entrar a considerar los mejores medios de preparación para esa empresa, es necesario explicar exactamente lo que se entiende por Iniciación, porque hay muchos conceptos distintos acerca de la misma.

La palabra Iniciado, empleada en estas paginas, significa aquél en quien el YO superior, la Individualidad, se ha entre fundido con la personalidad, y ha encarnado realmente en el cuerpo físico. Un Iniciado es, por consiguiente, aquel cuyo Yo Superior nos mira a través de sus ojos. La personalidad queda reducida a un juego de hábitos y costumbres, un complejo de vida, que deja al Yo Superior libre para llevar a cabo su obra con el mínimo de exigencias con respecto a su atención en el Plano Físico.
Esta Gran Iniciación se recibe siempre e invariablemente fuera del cuerpo. No hay ritual que pueda conferirla, aunque el ritual se suela emplear en el Hemisferio Occidental para adiestrar y coordinar la consciencia, como indispensable preparación para esta experiencia trascendental. También se pasa por ella con plena consciencia, conservando la memoria de la misma. Muy a menudo se nos pregunta si es posible estar iniciado sin saberlo. A esta cuestión tenemos que contestar con un no rotundo. Además, sería absurdo pensar en que pudiéramos recibir inconscientemente una extensión permanente de la consciencia.
Sin embargo, suele ocurrir que un Maestro haya aceptado como discípulo a alguna persona, sin que ésta se dé cuenta de ello, debido al escaso desenvolvimiento de sus facultades psíquicas, y entonces esta persona sólo se llega a dar cuenta de este hecho cuando ha progresado hasta cierto punto.
En estos casos un psíquico podría informarle a dicha persona que ha sido aceptada como discípulo de la Gran Fraternidad Blanca y que ya se encuentra por lo tanto en el Sendero que lleva a la Iniciación, pero sería un error decirle que ya estuviese iniciada. El sello del Maestro queda estampado en el aura del discípulo, cuando éste es aceptado, y resplandece ante la visión clarividente como un disco de unas seis pulgadas de diámetro, inmediatamente encima de la cabeza, siendo el disco del color del Rayo sobre el cual esté trabajando el Maestro. Cuando el discípulo recibe algún trabajo que debe realizar para su Maestro en el Mundo Material, la banda correspondiente de color en el aura se enciende, mostrando así que el poder del Maestro está operando a través del discípulo. Pero hasta que toda el aura no queda iluminada completamente, no puede decirse que un ser humano sea un Iniciado. Esto se produce cuando brilla con su propia luz y no con la luz prestada de su Maestro. Por lo tanto, la Iniciación puede definirse como la aurora de la Luz Interna, o el advenimiento a manifestación en el Mundo Físico del Augoides o Cuerpo de Luz.
Puede considerarse que la Luna representa la personalidad, creciendo y decreciendo a través de innumerables fases encarnatorias reflejando la Luz Solar o la Sombra Terrestre. El Yo Superior, o sea el espíritu inmortal del ser humano, está bien simbolizado por el Sol que perpetuamente brilla en los Cielos, veámoslo o no. Estos símbolos recompensarán muy bien a quien medite sobre ellos.
El Yo Superior comienza a manifestarse en el cuerpo físico cuando tiene lugar la Iniciación No tenemos más que considerar la gran diferencia que existe entre la Individualidad y la personalidad, en el ser humano corriente, para darnos cuenta de la intensa preparación que debe tener lugar antes de que esa manifestación sea posible. Además, no podemos dejar de ver que si se intentara semejante manifestación antes de que la necesaria preparación hubiera tenido lugar, el Yo Superior descendente encontraría una disparidad tan grande entre él mismo y su vestidura mal ajustada, que no tardaría en desgarrarse y quedar destruida. Esta ocurrencia se puede observar de vez en cuando entre los Ocultistas y constituye uno de los problemas con que tienen que luchar las distintas fraternidades.
Antes de que sea posible para el Yo Superior comenzar a manifestarse en la consciencia cerebral, la personalidad tiene que sintonizarse con la Individualidad. La Individualidad lleva su existencia en las esferas espirituales en la misma forma que la personalidad la pasa en la esfera mundana. 

Las acciones de la Individualidad se inspiran en el deseo de mantener su armonía con la Vida Divina del Cosmos, de donde recibe su ser, mientras que las acciones de la personalidad se ven determinadas por su deseo de mantener su armonía con el Mundo de la Materia, de donde saca el cuerpo su propio ser. Por consiguiente, es evidente que la personalidad tendrá que reorientar completamente su posición antes de poder alinearse con su Yo Superior. Tenemos que prepararnos para cambiar la base de todos nuestros motivos si queremos recibir la Iniciación. Esto requiere una unidad de propósito que no retroceda ante sacrificio alguno: "Vende todo lo que tengas y sígueme, dijo el Maestro. Y también: "Dejad que los muertos entierren a sus muertos. Seguidme". Estos dichos parecen un poco duros, pero la experiencia demuestra que son verdaderos.
No hay razón alguna para que alguien se ofrezca como candidato para la Iniciación, porque todos pueden lograr la meta de la Unión Divina, por el sendero espiritual de la Evolución; pero, por otra parte, no deben declarar que los antiguos secretos se hayan perdido, porque no queriendo pagar su precio, no han recibido la Gran Perla de valor inestimable.
Tanto la personalidad como las cosas de los sentidos tienen que ser sacrificadas para que el Yo Superior pueda manifestarse: no puede haber cuestión alguna sobre este punto. Todos los iniciados así lo declaran. Ante semejantes manifestaciones nos sentimos inclinados a creer que, habiendo sacrificado la personalidad, nos encontraremos despojados de todo.
Esta creencia se debe a que la mentalidad Occidental se adhiere a la idea de que la muerte del cuerpo significa el fin de la existencia. Y de la misma manera creemos subconscientemente que la muerte de la personalidad termina con el pleno goce y plenitud de la vida. Olvidamos al pensar semejante cosa que el comerciante que vendió todo lo que tenía lo hizo para comprar así la Gran Perla. Es verdad que vendió todo lo que tenía, pero fue para invertirlo en algo de muchísimo más valor. El relato evangélico implica que se llevó la Perla triunfante. Y así sucede con nosotros si hacemos el sacrificio de las cosas de los sentidos que permitan la encarnación del Yo Superior en el cuerpo físico. Hay un período de lucha conforme van rompiéndose los hilos que nos unían a los deseos de los sentidos, pero tan pronto como se van limpiando las cosas apreciablemente, comienza a despuntar la Luz Superior. No permanecemos mucho tiempo sin consuelo. " ¿.No serán nuestras tinieblas, después de todo, la Sombra de Su Mano que se extiende para acariciarnos ?" .
Mientras la consciencia se enfoca en la personalidad, no podemos ponernos en contacto directo con las realidades, y sólo podemos ver sus reflejos en el Mundo de la Forma. La llamada del Yo Superior sirve para levantarnos y desviar nuestra mirada del espejismo de la consciencia de la forma, dirigiéndola directamente a la Realidad que es vida y no forma. Esta vuelta en redondo es lo que constituye la tarea del alma cuando busca la Iniciación.
Conforme la personalidad va sometiéndose gradualmente al Yo Superior, la Luz Interna comienza a resplandecer. Los casos en que la Iluminación se produce súbitamente son muy raros y casi siempre ciegan e incapacitan a la persona, como le pasó a San Pablo en el camino a Damasco. Por lo tanto sólo se permite en los casos de almas muy avanzadas, que han sido preparadas y adiestradas hasta un grado muy elevado en vidas anteriores y que han reencarnado con ese propósito, constituyendo sus personalidades acordemente. Para el resto de los aspirantes a la Iniciación, la Luz Interna comienza a despuntar muy suave y gradualmente, con muchos intervalos de tinieblas que la obscurecen de vez en cuando, cuando los deseos sensoriales surgen nuevamente, aun después de considerarlos completamente vencidos.
Habiendo alcanzado esta libertad de la esclavitud de los sentidos, se abren ante el Iniciado dos caminos: puede seguir el Sendero Místico, que lleva directamente a la liberación, o puede seguir el Sendero Oculto y retornar al mundo de los hombres equipado con los poderes de la Mente Superior.
Es digno de notarse que generalmente el Místico no habla ni enseña la doctrina de la Reencarnación, mientras que el Ocultismo si lo hace. La razón es que el Místico trata de escapar de la esclavitud de la carne y no volver nunca más a ella, mientras que el Ocultista quiere volver a la materia, trayendo consigo el fruto de sus labores. Ambos ideales son legítimos y justificables. El místico que sigue su marcha hasta alcanzar la liberaci6n, no deja de seguir siendo una influencia en el mundo, pues con su realización liquida una porción del Karma Mundial. Por este motivo los místicos se dedican a muchas austeridades y mortificaciones, mucho después de haberse liberado de los deseos de la carne; están liquidando el Karma Mundial.
El Ocultista, por su lado, sólo se sujeta a las mortificaciones más indispensables para someter a la carne y hacerla obedecer su voluntad soberana sin murmurar. Su plan es formarse tal personalidad que su Yo Superior pueda funcionar en ella sin obstáculos. Tiene que ser a semejanza de un caballo brioso y fuerte, que obedece instantáneamente sin necesidad de riendas ni espuelas. Sus sentidos no podrán ni engañarlo y sus pasiones tampoco podrán cegarlo. Usa su cuerpo como una ventana transparente para su alma, de manera que nunca deforme lo que vea. Con ese único fin es que disciplina su cuerpo, pero nunca trata de reproducir la Crucifixión.
El Místico torna su personalidad negativa, para convertirse así en un conducto o canal de las Fuerzas Cósmicas. Su actitud con respecto a todos los problemas que puedan presentársele es la de: "Aquiétate y sabe que Yo Soy Dios". Se mantiene sereno y quieto en el plano mundano, dejando que los poderes espirituales encuentren en él un conducto por el cual puedan llegar a la mente colectiva durante sus meditaciones. El Ocultista, por su parte, se ocupa de las formas y utiliza su mente concreta para convertir a esas formas en canales para las Fuerzas Cósmicas. El Místico trabaja con el Yo Superior exclusivamente; el Ocultista lleva al Yo a manifestarse Superior en el plano de la forma.
El Místico, una vez que se ha liberado de la esclavitud de sus sentidos, se contenta con las experiencias de su conciencia interna: no trata de traerlas a manifestación en el plano terrestre. El Ocultista, por su lado, habiendo alcanzado la misma realización que el Místico, trata de traer al plano de la forma el estado de conciencia que ha conquistado. Y hace esto si es un Hermano del Sendero de la Derecha, porque es necesario para cumplir el Gran Plan que ciertos ideales sean expresados y elaborados en el Mundo de la Forma, pero jamás lo haría para gratificar sus propias sensaciones. Esa fue la prueba con que fue tentado el SEÑOR en el Desierto: "Haz que estas piedras se conviertan en pan". El era el Místico-Ocultista Ideal, como lo demostró al convertir el agua en vino y al pasar a través de las puertas cerradas, pero El jamás utilizó Sus poderes más que en el cumplimiento de Su misi6n, y es digno de notarse que conforme EL avanzaba hacia su final, los empleó cada vez menos.
La gran mayoría de las almas liberadas eligen el Sendero Místico, yéndose así más allá de nuestra Esfera Terrestre y son sólo unos pocos de los que han ganado su libertad los que eligen sacrificarse y volver nuevamente al Mundo de las Formas, puesto que no tienen deseo alguno que pueda arrastrarlos a una nueva encarnación, lo que para ellos es vivir en una cárcel. Su motivo único lo constituye el deseo de aliviar la carga de la confusión del mundo. Por otra parte, no debe pensarse que el Místico deserta del mundo cuando lo abandona, porque siempre rogará por él, y este gran cuerpo de almas en oración es el que aligera el tremendo Karma del Mundo en los Planos Internos.
El Místico sirve de una manera y el Ocultista de otra. Ambos son necesarios para la gran obra cósmica de la regeneración y de la Evoluci6n. Ninguna función puede existir sino por medio de la dualidad: la interacción de los aspectos positivo y negativo de la misma fuerza. El Místico constituye un polo de la Energía Crística, y el Ocultista es el otro. De acuerdo con la bien conocida ley oculta de la polaridad alternativa en los distintos planos, el Místico es negativo en los planos de la forma y positivo en los planos de la energía, mientras que el Ocultista es positivo en los planos de la forma y negativo en los planos de la energía. De ahí que el Ocultista tenga siempre necesidad de invocar fuerzas que lo ayuden en su obra, empleando con ese objeto la magia ritual en sus diversos tipos, desde la simple invocación hecha con un signo, hasta las más complicadas figuras y movimientos que se realizan en las logias.
El mejor desenvolvimiento, el que se busca mediante la disciplina y adiestramiento de la Comunidad de la Luz Interna, se obtiene mediante un balance justo de las fuerzas positivas y negativas del alma, sostenidas en equilibrio por la voluntad, de manera tal que el propio juicio puede hacer descender la balanza en cualquier direcci6n. Al alma que tiene una inclinación natural hacia el Ocultismo se le hace trabajar según las reglas místicas. Hasta que no llega a los Misterios Mayores no se le permite al individuo seguir su vocación natural, pero entonces se le da una enseñanza y educación especialmente adaptada a su capacidad.
La razón de esta aparente violencia contra su naturaleza se comprenderá enseguida. Si el alma naturalmente inclinada al misticismo se desenvolviera sólo de acuerdo con esa tendencia, adquiriría una penosa falta de equilibrio, como puede notarse entre aquellos que moran demasiado en lo Invisible. Su asidero en los planos de la forma no guarda relación con su contacto con los planos de la Fuerza y, por consiguiente, las fuerzas rompen los límites de la forma y se difunden en un pantano de espiritualidad emocional, perdiéndose y malgastándose, como las aguas del río que saliéndose de su margen convierten en un pantano cenagoso al valle otrora feraz y florido. Es posible que este pantano produzca una vegetación acuática y jugosa, pero no será ni tierra ni agua, y sería completamente inútil para todo propósito práctico en el servicio de la humanidad.
Al Ocultista, por su parte, si se le permite desde el principio de su preparación, entregarse a su amor por la forma y la intelectualidad, acabará por encontrarse amurallado dentro de sus formas y perderá los contactos vivientes que sólo pueden dar vida a los símbolos ocultos. Sin embargo, si adopta la disciplina de ponerse en contacto con las diferentes fuerzas mediante sistemas puramente intuitivos y de meditación, adquirirá el poder de efectuar esos contactos independientemente del uso de fórmulas y rituales mágicos. Entonces, cuando llegue a una etapa más avanzada de su desenvolvimiento, se le enseñarán los métodos tradicionales de las artes, y será capaz de tener acceso a una suma infinitamente mayor de poder que lo que podría conseguir el Iniciado que no ha seguido ese método.
Es absolutamente vital para la educación oculta del estudiante, que éste comprenda perfectamente los principios del Ocultismo y que jamás emplee sus fórmulas ciega y supersticiosamente. Y recordemos siempre que una cadena no es más fuerte que su eslabón más débil. Ni el Místico ni el Ocultista podrán expresar en el plano de la manifestación más de lo que sean capaces de polarizar dentro de sus propias naturalezas. 

Gracias a Dion Fortune

Dion Fortune (1891-1946). Seudónimo utilizado por la sicoanalista freudiana Violet Forth. Fue miembro de la Orden del Alba Dorada (Golden Dawn), de la cual fue separada y funda la Fraternidad de la Luz Interna (Inner Light), institución que aún existe en nuestros tiempos.

sábado, 12 de junio de 2010

La LUZ verdadera y la OSCURIDAD sin nombre.


Desde hace miles de años los hindúes vienen sosteniendo que toda la creación, todo lo creado, es maya, ilusión pura, engaño. 
Visto con los ojos del Espíritu, toda la obra del demiurgo no existe en realidad, no es más que una gran mentira. El mundo creado, tal como es percibido por los sentidos, es el gran obstáculo que separa al hombre del mundo verdadero. Y no sólo por los engaños de la materia están extraviados los seres humanos. Al engaño de la materia, creada por el demiurgo, debe sumarse el engaño de la cultura, creada por el hombre y al servicio de aquél. 

Todos los estímulos culturales con los que es bombardeado el hombre continuamente, tienden a mantenerlo en un estado de confusión y mansedumbre. Libros, revistas, diarios, cine, televisión, estos son los medios de que se valen los representantes del demiurgo para que los hombres continúen hipnotizados y obedientes. Para que prosigan actuando como sonámbulos, trabajando, durmiendo, perdiendo el tiempo, desperdiciando oportunidades. Sin despertar jamás, como perfectos zombis o golems del demiurgo, sirviendo a un fin que no es el del Espíritu.

Toda esta gran confusión, este gran maya que proviene de la creación y que es continuada por la cultura, es transmitida a su vez por los padres a sus niños pequeños y luego por los maestros en las escuelas. Así es aniquilado desde que el hombre nace, hasta el menor atisbo de Espíritu. A través de castigos, amenazas y lavados de cerebro son anuladas toda rebeldía, desobediencia, oposición y todo lo que provenga del Espíritu. Transformando a sus hijos en máquinas de ciega obediencia, los progenitores satánicos forman a los futuros esclavos del demiurgo.

En medio de esta gran confusión, los hombres creen saber lo que es bueno y lo que es malo. Creen también que haciendo lo que llaman “bueno” y evitando lo que llaman “malo”, están cumpliendo con todo su deber. No saben cuán confundidos están, no saben que viven en el error, no saben que continuamente se engañan a sí mismos y engañan a los demás. No lo saben porque están dormidos, porque les han lavado el cerebro, porque les han anulado el Espíritu desde su nacimiento. 

La mayoría de los hombres llama luz a lo que es verdadera oscuridad y a la Luz Verdadera la percibe como tinieblas. Llama “bien” a todo lo satánico proveniente del demiurgo, y a todo lo que proviene del Dios Incognoscible lo llama “mal”.

Hay dos fuerzas opuestas actuando fuera y dentro del hombre: el creador y el Incognoscible, lo creado y lo Increado, el alma y el Espíritu. Una de ellas representa al mal y a la oscuridad, la otra al Bien y a la Luz. Es fácil de imaginar cuales serán las posiciónes de un Gnóstico y las de un hombre dormido.

Se dice que toda la historia humana se puede explicar como la lucha entre la luz y la oscuridad, pero ¿Qué luz y qué oscuridad? La mayoría de los seres humanos desconoce que pasa su vida luchando a favor del mal verdadero. 

Lo que los hombres llaman luz es la luz creada por el demiurgo, pues no conocen una luz superior a esa. Es la luz que proviene del mundo creado y que para el Espíritu es una oscuridad insondable. Los hombres llaman luz a la oscuridad que proviene del demiurgo y de su creación demoníaca. Llaman verdad a la Gran Mentira, al Gran Engaño, a lo que podemos denominar la Gran Burla.

Hay otra Luz, superior, inconcebible, incognoscible: la Luz Increada que proviene del reino del Dios Verdadero y Desconocido. ¿Qué ocurriría si esa Luz irrumpiera en este universo impuro? Los hombres se enceguecerían. ¿Qué verían? ¿Verían una luz? No, verían la noche. Sus ojos no están preparados para contemplar esa Luz infinitamente pura y perfecta. Se asustarían, temiendo con razón ser destruidos por ella. Entonces a esa Luz la llamarían “el mal”, “la oscuridad”, como ocurre con todo lo que es mirado con los ojos de lo impuro, del cuerpo y del alma del hombre, y no con los ojos del Espíritu. 

Esta es la confusión entre oscuridad y Luz, la misma confusión que hay entre el dios creador y el Dios Incognoscible, entre lo creado y lo Increado, entre el alma y el Espíritu. Por eso, sin saberlo los hombres llaman luz a la oscuridad verdadera, y a la Verdadera Luz la llaman oscuridad.

La Verdadera Luz los dejaría ciegos, los destruiría. Si pudieran soportar su visión sin morir, sólo verían una oscuridad sin nombre, porque estarían viendo la Luz Verdadera.
Gracias a J.M.H.Aragón

martes, 25 de mayo de 2010

EL RETEJADOR.



Introducción

La Leyenda Masónica personifica el trabajo en Adonhiram, quien tuvo a su cargo la provisión de los materiales que se utilizaron en el templo de Salomón. /.../ Una vez que dio fin a la obra continuó prestando sus servicios al Rey como asesor jurídico y financiero, como Sacerdote de los Misterios, como amigo y confidente. Es, por tanto, un ejemplo de la multiplicidad que debe tener el Masón para servir al prójimo y a la sociedad en cuanto sea necesario”.
(Ortega, Cámaras de Instrucción para el Segundo Grado Simbólico).
 
Muchas veces damos por sentado que la significación de una expresión o de una idea es lo que, en la práctica, ha sido su uso. Sucede con la palabra retejador. Todas las definiciones exotéricas señalan que el verbo retejar se refiere al hecho de poner en el techo las tejas que faltan. En el sentido masónico, implica “poner a cubierto de la indiscreción” de quienes no están preparados para recibir la intensidad de esta luz que ahora nos alumbra.
El retejamiento, entonces, sirve a los fines de poder reconocer al iniciado que ha recibido su aumento de salario y que está capacitado, desde ahora, para ejercer el trabajo masónico tanto intra como extramuros.
Muchas cosas tal vez pudieran decirse, pero como nos vemos enfrentados al reconocimiento del F\M\ de 2º grado, es evidente que la alusión aquí se refiere a los medios con que contamos para ello, esto es, el signo, el toque y la palabra; porque claro, cuando el tejador de la Lo\ acude a verificar quien golpea a las puertas del templo con la batería del grado, lo primero que debe observar es a un Q\H\ en la posición al orden. Luego, al acercársele, se debe ejecutar el toque y entregar la palabra correspondiente. Una vez efectuado esto, el tejador reingresa al templo y comunica la calidad masónica de quien espera ser admitido en los trabajos, lo que es anunciado y permitido por el V\M\, ante lo cual el Com\M\ ingresará con la marcha respectiva.
En este escrito me referiré a la perspectiva esotérica que implican los temas considerados. Desde ya, mis excusas por la extensión del trabajo, y a los Q\Q\H\H\ que ya han leído parte de las ideas, ojalá toleren mis reiteraciones.
 
 
Desarrollo
“El Ser no se manifiesta sino por la acción: no trabajar equivale a no ser: también lo que es se encuentra en perpetuo trabajo. Nada está inerte o muerto, todo vive, los minerales y los cuerpos celestes, así como los vegetales y los animales”.
(El Libro del Compañero, p. 104).
 
Como ya dijimos en otra parte (Contreras 2003, El Símbolo) respecto de las particularidades del simbolismo masónico, podemos establecer una clasificación entre símbolos visuales y gráficos, gestuales y ritos y sonoros y vocales . Dentro de los primeros, hallamos todos aquellos referidos a la Geometría y al Arte constructivo; en los segundos, se hallan los ritos que son "una serie de gestos y posturas corporales que 'fijan' en el plano psicosomático del ser la energía-fuerza que precisamente el símbolo geométrico vehicula" (González et al. 1985-1988); mientras que en los últimos, encontramos las palabras sagradas y las palabras de paso, así como las leyendas iniciáticas. En este ensayo trataremos de los dos últimos, agregando, además, dentro del grupo de símbolos gestuales que éstos se hallan referidos  al corazón y al número 5.
En el primer grupo, tenemos la batería del grado, la posición al orden, el toque y la marcha, como ya dijimos, símbolos referidos al corazón y al número 5. La batería, aparte de su acompasamiento y solemnidad ritual, constituye uno de los signos del grado, dedicado a comunicar al Guarda Templo la calidad iniciática de quien solicita ser admitido en los trabajos, por medio de aquellos 5 golpes que se dan a la entrada del templo. Del mismo modo, la marcha del  grado se encuentra en este mismo conjunto de símbolos: los 3 pasos del A\ y los 2 siguientes del Com\, hacia el Sur, para avanzar a la columna de M\ y recibir allí más luz, yendo al encuentro de nuevas disciplinas con las cuales adentrarse en la búsqueda de la Verdad, haciendo un esfuerzo consciente, luego, para retornar a la línea primigenia, lo que ocurre con el quinto paso, el cual corresponde, precisamente, al número sagrado, al símbolo del Centro, del Sol naciente y del movimiento, y con este paso el Com\ queda “situado” en su lugar de trabajo y en la posición correcta. Señala respecto de la marcha, Ortega (1980:105) que: “Los ecos de sus Pasos resuenan como los Golpes misteriosos de la Batería. De esta manera anuncia a los Hermanos de las Columnas que es un Iniciado en el Segundo Grado y que conoce el número 5”.
En cuanto al Toque, éste contempla 2 fases e indica la relación con el número 5 que es, como dijimos, el número del centro y del corazón, ya que se efectúa precisamente en el dedo cordial. Debe recordar al Com\ su edad, o mejor dicho, sus edades, ya que el Com\M\ tiene 5 edades: la cronológica (años de vida), la fisiológica (desarrollo físico), la intelectual (desarrollo mental), la masónica (número de años que ha permanecido en la Institución) y la mística o simbólica (representada por el Número Sagrado).
Tal vez la mayor interrogante para un reciente Com\– al menos eso me ha sucedido en lo personal – se refiere al simbolismo que encierra la posición al orden del grado, aún a pesar de las explicaciones que se dan en el momento de la ceremonia de aumento de salario. En una breve referencia, Adoum (2002:25) señala lo siguiente:
 
El poner la mano derecha sobre el corazón, órgano de Vida y Altar de Dios, significa “Prometo, como Dios Hombre o Hijo de Dios, y reafirmo mi promesa de cooperar en la obra del G.A.D.U.”. La mano izquierda abierta y levantada forma la Estrella de Cinco Puntas, que es el símbolo del hombre triunfante en sus pruebas.
 
Básicamente, seguiremos esta línea argumentativa, analizando el porqué de la relevancia del corazón y de su conexión con el número 5, como forma de explicar todos los símbolos pertenecientes a este grupo.
Partimos señalando que el corazón, como ya muchos sabrán, no es una representación de lo sentimental, como se le hace parecer contemporáneamente, sino que constituye el centro del ser, elemento que se halla presente en las más diversas tradiciones. Este hecho permite que, esotéricamente, este órgano se constituya como el receptor de las ‘emanaciones celestes’ que vivifican al ser en su totalidad; de allí que se le considere como el punto de establecimiento del principio divino del hombre, esto es, el espíritu universal o “quintaesencia” que permite alcanzar al ser humano el resplandor del Logos, disipando la oscuridad de los instintos. Desde ese momento, disipadas las tinieblas que reinaban en su interior, brilla la estrella flamígera.
Guénon (1949), refiriéndose a la instancia “etérea” del corazón, cita el siguiente texto: “En esa residencia de Brahma (es decir, en el centro vital de que tratamos) hay un pequeño loto, una morada en la cual está una pequeña cavidad (dáhara) ocupada por el Éter (Âkâça); ha de buscarse lo que hay en ese lugar, y se lo conocerá”. A esta morada se le conoce, también, como el centro de la cruz elemental –“cavidad del corazón” – , símbolo de todo lo manifestado, por cuanto aquí vemos representados a los cuatro elementos, dispuestos formando parejas, en cada extremo de esta cruz, según la disposición aristotélica de sus características fundamentales; en el centro, la quinta essentia, el quinto elemento o Éter que es, como dice Guénon, “primero en el orden de desarrollo de la manifestación, pero último en el orden inverso que es el de la reabsorción o del retorno a la homogeneidad primordial”. Esta quintaesencia es representada, habitualmente, como una rosa de cinco pétalos en el centro de la cruz, equivalente al loto de las tradiciones orientales. Si ya vamos vislumbrando algunas semejanzas, podremos apreciar que este simbolismo se corresponde con nuestro pentagrama pitagórico de la estrella flamígera, cuyo centro es, precisamente, el hombre, desde donde se irradia toda su capacidad e inteligencia.


quintessenza

 
Precisamente, desde aquí conectamos, brevemente, con la relación numérica: el 5 es, por una parte, el eje de los primeros nueve números; por otro lado, es la unidad que se formaliza en el centro del cuadrado y de la cruz (cfr. González 1985-1988).
 

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Esta unidad cumple la función de síntesis. En nuestra simbología dicho número se ve representado por la mano en el corazón y, además, por la mano en la sien izquierda. Demás está decir aquí la coincidencia que esto tiene con la piedra piramidal. Asimismo, como ya se ha deducido, el 5 se representa geométricamente por el pentagrama, al cual hemos hecho alusión anteriormente. Del mismo modo, debemos recordar que el Com\M\ debe efectuar cinco viajes misteriosos, con diversos instrumentos que representarán sus características: el primero, con mazo y cincel (voluntad e inteligencia); el segundo, con regla y compás (lo absoluto y lo relativo); el tercero, con la palanca (voluntad inquebrantable, inteligente y desinteresada); el cuarto, con regla y escuadra (rectitud y perfeccionamiento) y el quinto, con las manos vacías (intelectualización iniciática).
En la P\ al O\ de Com\, por ejemplo, si la mano a la altura de la sien izquierda representa el pentagrama que nos indica el número esencial del grado, no es menos cierto que la mano en el corazón nos deja entrever lo que será el anhelo propio del Com\. En la ejecución del signo, la mano se proyecta desde el corazón que irradia, hacia el exterior que recibe las luces de la inteligencia, por medio de la quintaesencia, o mejor, de la actividad benéfica del ser humano, producto de la transmutación alquímica de los elementos, la cual se realiza en el athanor que constituye el propio hombre. No es un proceso externo ni que involucre elementos materiales en sí, es la naturaleza del propio individuo la que, mediante diversos trabajos y purificaciones, debe dar paso al “oro” de los alquimistas.
Esta irradiación del corazón y su lugar central, en todas las tradiciones antiguas, decía relación con el Sol. No por nada al Sol se le llama “corazón del cielo”. Así, Proclo (cit. en Guénon 1946) señala: “Ocupando por sobre el éter el trono del medio, y teniendo por figura un círculo deslumbrante que es el Corazón del Mundo, tú colmas todo de una providencia apta para despertar la inteligencia”. Esta última corresponde a la inteligencia pura, universal, trascendente, no a la razón que se asimila con el cerebro, y sobre la cual ya haremos alusión. Este corazón irradia tanto calor como luz, lo que lleva a Guénon (1946) a decir que:
 
si el “hálito” está allí referido a la luz, se debe a que es propiamente el símbolo del espíritu, esencialmente idéntico a la inteligencia; en cuanto a la sangre, es evidentemente el vehículo del “calor vivificante”, lo que se refiere más en particular al papel “vital” del principio que es centro del ser. /.../ Por otra parte, cabe observar que la irradiación, incluso cuando están reunidos los dos aspectos, parece sugerir, de modo general, una preponderancia reconocida al aspecto luminoso; esta interpretación se ve confirmada por el hecho de que las representaciones del corazón irradiante, con distinción o no de ambas clases de rayos, son las más antiguas, pues datan en su mayoría de épocas en que la inteligencia estaba aún referida tradicionalmente al corazón
 
Inteligencia y razonamiento es lo que distingue al ser humano de otros seres biológicamente similares; maravillosa síntesis representada en el simbolismo de la posición al orden del grado de Com\, puesto que es el hombre, en su acción conjunta con los elementos, es el que ejecuta el trabajo interior que lo llevará a irradiar sus luces a la sociedad, pues, como dice el texto bíblico (Mateo 5, 14:16):
 
Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse ciudad asentada sobre un monte, ni se enciende una lámpara y se la pone bajo el celemín, sino sobre el candelero, para que alumbre a cuantos hay en la casa. Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.
 
No por nada los masones se consideran “hijos de la luz”. Ahora bien, ¿cómo se conecta la inteligencia y el razonamiento en la posición al orden del grado? Dijimos que con la acción del hombre, quien es representado por la mano derecha en el corazón, con sus cinco dedos abiertos – en esta caso en forma de garra – y con la mano izquierda en posición a la altura de la sien izquierda. Es la conexión, además, de dos chakras esenciales del ser humano, considerando que el último, el que reside en la cabeza, representa precisamente la conexión con la divinidad, simbolizada mediante la flor de loto.
En todo caso, Darel (cit. en Guénon 1927) señala que: “El cerebro, instrumento del pensamiento encerrado en el mundo, y transformador, para uso del hombre y del mundo, de ese pensamiento latente, hace a éste realizable por intermedio suyo. Pero solo el corazón, por un aspir y un expir secreto, permite al hombre, permaneciendo unido a su Dios, ser pensamiento vivo.”.
Como quiera que sea, sólo en un ser humano “desintegrado” puede considerarse ambos puntos como una dualidad, una oposición o como términos antagónicos de una relación, lo cual pasa, en todo caso, por un cierto carácter adámico de la explicación de la génesis humana. Con todo, debemos dejar en claro que, de todas maneras, el aspecto involucrado aquí es de subordinación, no de complementariedad. Para aclarar algo más este concepto, convengamos en que el corazón se representa por medio del sol y, el cerebro, a través de la luna (como ya vislumbramos en el Oriente de la Lo\, en el sitial del V\M\). Si proyectamos las características de estos cuerpos celestes, podemos apreciar que el sol es fuente de luz, mientras que la luna refleja aquella luz solar, esto es, desde el punto de vista de la irradiación luminosa, la luna existe en función del sol. El mismo principio alquímico es válido para la relación que pretendemos establecer, esto es, entre la intgeligencia intuitiva y la discursiva o racional. No por nada, también, la actividad del pensamiento es una reflexión, es decir, un proceso de transmisión o tranformación, a manera del reflejo que produce un espejo.
El mismo Tomás de Aquino nos recuerda en De Veritate (quaestio 15, arg. 1) que: “Intellectus enim simplicem et absolutam cognitionem designare videtur. /.../ Ratio vero discursum quemdam designat, quo ex uno in aliud cognoscendum anima humana pertingit vel pervenit” (El intelecto parece designar un conocimiento simple y absoluto. /.../ La Razón designa un discurrir por el cual el alma humana llega a conocer una cosa a partir de otra”.).
En cuanto al otro grupo de símbolos, los sonoros y vocales, se halla constituido por las palabras sagradas y las palabras de paso. Las primeras dicen relación con la "búsqueda de la Palabra perdida", que constituye la armonía del ser en la unidad trascendental, el Verbo creador de los orígenes, con lo cual su articulación sonora tiene una finalidad similar a la de los mantras. En tanto, las segundas, se refieren más bien a una interioridad hermética que es develada y permite la apertura de un espacio y tiempo interior sagrado y cualitativo, vinculado al principio valorativo de los números y de la ciencia de los nombres. En el caso del Com\, éstas son J\ y shi\, respectivamente.
J\ hace alusión a una de las columnas del Templo de Salomón, y significa estabilidad, pero más lejanamente en el tiempo, y representando este mismo principio, la hallamos como símbolo de uno de los reinos egipcios, de cuya unión surgía el establecimiento, esto es, la unidad en un solo Reino del Alto y Bajo Egipto. Cada una de las columnas sagradas se hallaba instalada en la sede de los respectivos reinados y se proyectaban en el espacio sagrado para “constituir” la base de asentamiento de todo el sistema. Ese mismo significado nos fue legado a través de las columnas del místico Templo y es por ello que las consideramos como representación de los límites del mundo creado, del mundo profano.
Según el Catecismo del Grado, el Com\ inicia la secuencia de la Palabra Sagrada, ya que, a diferencia del A\, está en condiciones de dar antes que de recibir, por cuanto ha mostrado pruebas suficientes de su iniciativa intelectual.
Shi\, en tanto, se ha traducido como “numerosos como las espigas de trigo”, en referencia a los Mas\ esparcidos por la faz de la tierra. Pero en su sentido alegórico, simbólico, nos recuerda los más profundos misterios de la Madre Tierra y de nuestra procedencia de sus entrañas: el grano de trigo que es el A\ ha madurado y es hora que comience a dar sus frutos. No es casual que en este símbolo se encuentre representado uno de los aspectos más fundamentales de todo ciclo: el del nacimiento, muerte y resurgimiento, ya que el grano de trigo, para dar paso a la espiga fecunda, amarilla y abundante, debe primero visitar el interior de la tierra y, tras su muerte – tras nuestra muerte alquímica, expresada por el acróstico VITRIOL (Visita Interiora Terrae Rectificando Invenies Occultum Lapidem) – recién se verán sus verdaderos frutos.
El Com\M\ debe, con esta maduración en los misterios del grado, ser capaz de proyectarse hacia el exterior y entregar la fecundidad de la espiga a quienes de ella necesiten. No está demás recordar aquí que, en la tradición egipcia, la espiga de trigo era el símbolo de Osiris y representaba su muerte y resurrección.
¿Tiene algún sentido vincular J\ y Shi\ como las palabras del grado? Al parecer, al menos desde la óptica de este análisis, debieran tener una significado más que profundo y, por lo tanto, poco perceptible. Me atrevo a sugerir algunas ideas al respecto, en el entendido de que sólo sigo por la vía de la especulación simbólica.
El reino vegetal, por su propia naturaleza, se halla más fuertemente vinculado al fluir de los ritmos y ciclos cósmicos, tal como dice González et al. (1985-1988): “reflejados en la renovación periódica y anual de las plantas, en la regeneración de la potencia fértil y fecunda de su savia, propiciando de esta manera la alimentación y el sustento necesario a hombres y animales.”
En este sentido, la simbólica de las espigas de trigo participa del principio de las leyes universales de correspondencia y analogía – armonía, en suma – entre lo terrestre y lo celeste, entre el orden de lo visible y de lo invisible. El proceso que experimenta se manifiesta como una combinación entre las fuerzas telúricas y cósmicas, entre las energías activas y pasivas, masculinas y femeninas, para re-crear el principio armónico, el mismo que encontramos como indicio en la columna J\, ya que la unión de la estabilidad con la fuerza permiten el asentamiento o establecimiento de las energías motrices.
Particularmente, el trigo, además, viene a representar a la substancia y esencia reunidad en el Hombre Universal, el iniciado o neófito (el “nuevo nacido” o “nueva planta”) quien, como bien pone de relieve González (1985-1988) es:
 
comparado a una semilla o germen que ha de "morir" en el interior de la tierra para renacer al mundo de arriba y de la luz, que es su verdadero origen, pues al contrario que el vegetal el hombre tiene sus "raíces" en el Cielo, tal y como nos relata Platón en el Timeo cuando dice que "el hombre es una planta celeste, lo que significa que es como un árbol invertido, cuyas raíces tienden hacia el cielo, y las ramas hacia abajo, hacia la tierra".
 
En ambos símbolos, lo que se recalca, por cierto, son vías para alcanzar el Conocimiento. Vías simbólicas, por cierto, que tendremos que ir develando por medio del esfuerzo, del estudio, de la praxis y del asentamiento axiológico al que nos llama la Orden, para luego poder proyectarnos cabalmente a la sociedad que requiere constantemente de nuestros mayores afanes.
 
Conclusiones
Aunque nuestra obra se perfecciona de nuestro solo mercurio, a pesar de eso necesita de fermento rojo o blanco, pues se mezcla más fácilmente con el sol y con la luna, y se hace una sola cosa con él, siendo así que estos dos cuerpos participan más de su naturaleza, luego son más perfectos que los demás.
La razón es porque los cuerpos son de tanta mayor perfección cuanto más contienen de Mercurio. El sol, pues, y la luna, teniendo más de él, se conmezclan para la rubio y para lo blanco, se fijan estando en el fuego, porque el mismo mercurio solo es el que perfecciona la obra y en él hallamos todas las cosas de que necesitamos para la Obra, al cual no se debe juntar cosa extraña.
 
(Tomás de Aquino, Tratado en el Arte de Alquimia)
 
 El trabajo del Com\M\, a diferencia del trabajo profano, debe tener una finalidad que sea coherente con “nuestras prácticas y doctrinas”, como solemos decir. Esto significa que ya no basta la labor de cantería, sino que el proceso ahora se complejiza y se dinamiza. Si recordamos el viejo adagio, aquél de que “el hábito no hace al monje”, bien podremos darnos cuenta que el actualizar un cierto ritual –unas determinadas prácticas–, junto con los símbolos a los que haga alusión – en el caso en comento, la posición al orden del grado –, no hace Mas\ de por sí. La “doctrina” a la cual hacen referencia, además, es una primera luz, creo, para ir develando lo que está más allá de lo visible.
En las líneas que precedieron, se trató de hacer una referencia a unos símbolos particularmente complejos, en cuanto a su red de relaciones, que nos presenta la Orden, sin pretender, por cierto, hacerlo de manera exhaustiva. Lo central en este sentido, se ha podido apreciar en la tríada corazón – cerebro – hombre, a la cual aludimos.
Si bien es cierto el trabajo masónico se hace con las luces de la razón, de acuerdo con lo que hemos dicho, no podría un cuerpo secundario o “accidente” estar por sobre un cuerpo primario o “esencial”. El desequilibrio en nuestra realidad como seres integrales se debe, precisamente, al predominio lunar ante el solar. La conjunción de la naturaleza alquímica de los trabajos, de este modo, queda alterada y los elementos dejan incompleta su amalgama en el athanor humano.
Los símbolos analizados nos muestran la interacción que se produce en el ser humano mismo, eje y principio de la Gran Obra, a fin de poner en acción las fuerzas vitales que le son propias, para que el pentagrama estelar realmente se transforme en una estrella flamígera. El Com\, si recordamos bien, es reconocido como tal por conocer la letra G, la que se nos presenta, en la ceremonia de aumento de salario, precisamente inscrita en el pentáculo radiante. Esto no es una casualidad; se trata de recalcar las potencialidades que deben actualizarse en el hombre para que se transforme en un instrumento de reflexión.
La inteligencia que nos conecta con nosotros mismos, con los demás y con la vibración universal, materializa su acción a través de la razón. En este sentido entendemos el cogito, ergo sum cartesiano. No porque el pensamiento racional sea anterior o conditio sine qua non de la existencia, sino más bien porque la naturaleza propia del ser humano, condición sin velos puestos por delante, se concreta en la acción dentro de la sociedad, la que a su vez se mediatiza por la acción de la voluntad guiada por el entendimiento razonado.
La conjunción de estas características permite al Com\ entregarse a los trabajos para los cuales ha sido llamado y de los cuales deberá rendir cuentas, pues el aumento de salario no es una mera formalidad que nos pone por sobre otros, sino que es la asignación de nuevas responsabilidades, la conducción por nuevos caminos y la comprensión de otros conocimientos, todo lo cual nos hace más conscientes de nuestra propia ignorancia y de la enorme labor que aún queda por delante. Sin embargo, como señala el dicho medieval, ora et labora, esto es, concentremos las energías vitales de la inteligencia y la reflexión para actuar sobre el mundo, irradiando paulatinamente las luces que permitan el desarrollo humano de la sociedad.
Termino esta exposición, recordando algunas palabras de Guénon (1927):
 
El “conocimiento del corazón” es la percepción directa de la luz inteligible, esa Luz del Verbo de que habla San Juan al comienzo de su Evangelio, Luz irradiante del “Sol espiritual” que es el verdadero “Corazón del Mundo”.
 
Gracias a Manuel Eduardo C.S.

Bibliografía
 
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Aquino, Tomás de. (ed. 1953) “De veritate”, en Quaestio disputata de spiritualibus creaturis, Textum Taurini 1953 editum ac automato translatum a Roberto Busa SJ in taenias magneticas denuo recognovit Enrique Alarcón atque instruxit. En Corpus Thomisticum (http://www.corpusthomisticum.org/qds.html)
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      Wirth, Oswald (s/f). El libro del Compañero.

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