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LA LUZ PRESTADA - El Espía de DIOS

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lunes, 20 de diciembre de 2010

Una maravillosa MONEDA ROMANA.


Una nueva perspectiva sobre la naturaleza astrológica de la estrella llegó, cuando nadie lo esperaba, de una moneda romana emitida en Antioquía cerca de la fecha de nacimiento de Jesús.

La moneda, de bronce, muestra un signo astrológico, el carnero de Aries, debajo de una estrella. La inscripción reza así: "del pueblo de la metrópoli de Antíoco".

La Biblia de la astrología, el Tetrabiblos de Claudio Ptolomeo (h. 150), nos cuenta cómo Aries controla la actividad humana en Judea, Samaria, Idumea, Coele-Siria y Palestina (lugares que pertenecen todos al reino de Herodes).
Es posible que la moneda conmemorara la incorporación, en el año 6, de Judea a la Siria romana, cuya capital era Antioquía. Es decir, la estrella encima del carnero simboliza el nuevo destino de Judea bajo el control de la romana Antioquía. Pero la importancia de la moneda recae en el hecho de que muestra que los astrólogos habrían visto en el carnero de Aries el nacimiento de un rey en Judea.

Las fuentes astrológicas no sólo nos dicen dónde vieron los astrólogos la llegada de un nuevo rey para los judíos, sino que también nos explican qué estrella anunciaba el nacimiento del rey. Y esta estrella regente era la de Zeus, concretamente el planeta Júpiter. El tiempo óptimo para que Júpiter concediera realezas era cuando el planeta se elevaba como un lucero del alba, que en términos astrológicos significa en Oriente.

Al examinar el marco temporal probable para el nacimiento de Jesús, descubrimos un día único y extraordinario. El 17 de abril del año 6 a.C. Júpiter emergió por el este en el signo de Aries. La Luna también estaba en Aries y se dirigía directamente a Júpiter, al que debió llegar a acercarse mucho. (Cálculos modernos revelan que la Luna ocultó a Júpiter).

Además, el Sol estaba en Aries, donde estaba "exaltado", otra condición poderosa para el nacimiento de un rey. Incluso Saturno estaba presente, lo que presagiaba de manera increíble el nacimiento de un gran rey en Judea. Un astrólogo romano y cristiano, Firmico Materno (h. 334), citó estas mismas condiciones de Aries como indicadores del nacimiento de una persona "divina e inmortal".

Júpiter realizó algo más que atrajo a los magos. Este planeta abandonó Aries pero invirtió el sentido de su movimiento cuando se encontró entre las estrellas. Júpiter regresó a Aries donde se mantuvo estacionario durante varios días a finales del año 6 a.C. Los astrónomos modernos se refieren a la descripción de Mateo hablando de movimiento retrógrado: una ilusión óptica producida cuando la Tierra pasa a Júpiter en el sistema solar. La estación de Júpiter en Aries era otra indicación que parecía apuntar los grandes acontecimientos que se produjeron en Judea, que llenaron de alegría a los magos: creyeron que, en efecto, encontrarían al nuevo rey en Belén.

1 comentario:

  1. Me parece, mucho mas que sugerente. Gracias por su trabajo.
    Para mi, es una pieza mas del gran puzzle. Es un descubrimiento muy interesante, aunque no lo sea para "los listos" o "entendidos". Yo he encontrado paginas con semejante reflexion. GRACIAS.

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