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‘Dijo Elokim: Haya luz y hubo luz.’ Génesis 1:3

Que la gran luz del entendimiento ilumine nuestros cerebros y purifique nuestros corazones , a fin de que en un ambiente de intelectualidad y de perfecta fraternidad , nos entreguemos a buscar los senderos de nuestra propia superación. Eusebio Baños Gómez

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LA LUZ PRESTADA - El Espía de DIOS

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viernes, 23 de septiembre de 2011

PRECEPTOS PITAGÓRICOS

Aunque es poco lo que realmente conocemos de la vida de tan insigne filósofo, de su obra si hemos tenido más acceso, y de ambas nos ha quedado una estela luminosa que ha resplandecido a través de los siglos que han transcurrido desde la época en que maravillo a sus contemporáneos con su profunda sabiduría, hasta la fecha.

Sabemos que nació en el año 582 en Samos, su madre se llamaba Pìtide o Pitàride, su padre tenia por nombre Mnesarco, algunos dicen que era de origen Fenicio otros historiadores piensan que era Etrusco, como vemos los datos no son muy fidedignos en la mayor parte de su biografía, incluyendo la mas apegada a la historia que fue la que escribió su máximo discípulo y amigo Apollonio de Tiana, algunos datos desaparecieron en el tiempo dejando ese gran vacío histórico, sin embargo de las biografías mas completa que nos queda, es la que escribió Malcos también llamado Porfirio, escrita casi mil años después de la desaparición física de Pitágoras.

La mayor parte de los historiadores concuerdan que Pitágoras paso la primera parte de su vida, hasta ya entrado en años, instruyéndose y viajando acompañado de dos de sus tutores y maestros llamados Ferècide y Talete, recorriendo no solo Grecia, sino también Egipto, todo el oriente llegando luego a la India, donde es profundamente influenciado por la milenaria cultura de ese país, básicamente en dos puntos, en el amor y respeto por la vida animal y vegetal y por los misterios de la reencarnación.

En su escuela, la disciplina del silencio era considerada tan importante como la palabra, y tan importante era el aspecto intelectual como el moral, por esa razón no cualquier persona podía ser admitida en esta escuela, sino únicamente aquellos que superaban las arduas pruebas físicas, y que a la vez eran considerados como personas aventajadas que en realidad pudieran aprovechar las lecciones allí impartidas. Fue quizás el primero en su época, en dar importancia a la educación femenina, haciendo hincapié en las virtudes familiares y en el ideal de la máxima sencillez de vida y modales.

También fue el primero en experimentar la coeducación, admitiendo ambos sexos en igualdad de condiciones, obviando por supuesto la rigurosa parte física. Por lo tanto fue un maestro en toda la extensión de la palabra, tanto como filosofo, educador o investigador científico, adelantándose en más de dos mil años a Copernico y Galileo, en la visión Heliocéntrica del sistema planetario, también se le acredita la invención de las palabras filósofo, filosofía y cosmos.

Los preceptos que aquí comentaremos están muy lejos de encerrar toda su sabiduría ya que su contenido aunque sencillo y fácil de entender, contienen toda la luz del conocimiento que solo un ser privilegiado como Pitágoras, pudo haber condensado tan sabiamente.

El esoterismo Pitagórico, basado en lo que puede llamarse Matemática Trascendente, es algo más difícil de penetrar, más aun cuando las mentalidades analíticas y profanas, a través de los tiempos las han calificado de pura fantasía.

Se atribuye a Lisis, uno de sus discípulos directos, el texto original de estos escritos conocidos como los “Versos Áureos Pitagóricos”, que como dije anterior mente encierran una sublime sabiduría que muy bien pueden constituir, aun hoy, una guía para una vida sabia, armoniosa y trascendente.

AUREA VERBA PYTHAGOREA

· Venera primeramente a los Dioses Inmortales según la norma establecida y guarda el juramento.

· También venera a tus Padres y a tus demás consanguíneos.

· Entre los demás hazte amigo del que excede en virtud: escucha sus calmas palabras e imítalo en lo bueno que hace. No te alejes de el por razones fútiles mientras lo puedas, por que al lado del poder se asienta el destino.

· Estas cosas recuérdalas y estas otras domínalas: el vientre en primer lugar, luego la pereza, la sensualidad y la irritación.

· Cuídate de todo acto vergonzoso tanto ante lo demás, y sobre todo, ante ti mismo.

· Observa lo que sea más justo en tus acciones como en tus palabras.

· Ten cuidado de no actuar sin reflexión en cosa alguna.

· Recuerda que el morir es el destino de todos.

· En cuanto a los bienes materiales, te sea grato igualmente adquirirlos como perderlos.

· Con relación a la suerte que el destino te ha preparado y a los males inevitables, acéptalos sin lamentarte: solo esfuérzate en hacer lo mejor que puedas. No son muchos ni grandes los males que el destino le da a los buenos.

· Muchas son las palabras de los hombres y en ellas la verdad y el error se mezclan continuamente: no te dejes impresionar ni desviar por ellas, cuando se digan oponlas dulcemente y aléjate.

· Ahora pon mente en lo que te voy a decir y obsérvalo todo: Que ninguno con palabras o acciones te obligue a hacer o decir lo que no consideras mejor.

· Piénsalo bien antes de hacer algo, actuando únicamente cuando tu propia razón lo indique.

· El hacer y decir necedades hace al hombre infeliz: haz pues solo aquello de lo que no habrás de arrepentirte.

· No hagas nada de lo que no sepas, mas aprende lo que sea necesario: así tendrás una vida feliz.

· No se debe descuidar la salud del cuerpo, mas precisa observar la medida en la bebida, en el alimento, así como en el ejercicio: la justa medida evitara toda molestia.

· Acostúmbrate a una vida pura y sencilla, evitando el lujo y la ostentación que provocan envidia.

· Apenas te despiertes de la dulzura del sueño, aprovecha ese estado de intima armonía para elevar el alma y planear las obras del día.

· Así pues ponte a la obra, invocando a los dioses para que la cumplan.

· Sabrás que es una ley que la naturaleza de todo sea una misma. Así no serás atormentado por vanos deseos.

· Sabrás que los hombres sufren de los males que ellos mismos eligieron: los infelices tienen muy cerca el bien, pero no lo ven ni lo entienden.

· La discordia, funesta compañera, los lleva a la ruina la que no se debe acoger, si no huir sin combatirla.

· Pero, ten confianza, dado que hay en los hombres un Principio Divino, y su naturaleza sagrada al manifestarse les habla. La cual escuchando sanaras tu alma y la libraras de sus males.

· Entonces, cuando dejes tu cuerpo, ingresando en las libres regiones etéreas, ya no seréis mortal, sino incorruptible como los Dioses inmortales.

Aprender a vivir en armonía con esas leyes de la vida, es librarse de las sanciones inevitables que conllevan su desobediencia. La misma Divinidad no puede librarnos del mal, mientras desconocemos y desobedecemos sus leyes.

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