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‘Dijo Elokim: Haya luz y hubo luz.’ Génesis 1:3

Que la gran luz del entendimiento ilumine nuestros cerebros y purifique nuestros corazones , a fin de que en un ambiente de intelectualidad y de perfecta fraternidad , nos entreguemos a buscar los senderos de nuestra propia superación. Eusebio Baños Gómez

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LA LUZ PRESTADA - El Espía de DIOS

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lunes, 9 de agosto de 2010

San Miguel de Aralar. Navarra, España.

Tal como se presenta en la actualidad, el santuario de Aralar ofrece una impresión de severa grandiosidad, de acuerdo con el singular paisaje en que está enclavado. Visto desde oriente, destaca de inmediato el triple ábside con el atrio-refugio adosado al sur y la restaurada cúpula coronando el conjunto. Si, atravesando el largo pasadizo, llegamos hasta los pies de la iglesia, veremos una sobria portada formada por cuatro arcos de arista viva sobre imposta y pies derechos. Por aquí se pasa a un nártex o pórtico cerrado, cubierto con bóveda de cañón algo apuntado, de la misma anchura que el templo, con el que comunica por tres portadas, sencillas las laterales y más decorada la central.

A partir de aquí empieza propiamente la iglesia: tres naves sin crucero, divididas en cuatro tramos y cada una terminada en ábside: el central es más profundo, semicircular al interior y poligonal al exterior; los laterales son semicirculares también al exterior.

Los pilares son de planta cruciforme, excepto uno que la tiene circular. No hay capiteles, sino que de una simple imposta arrancan las bóvedas de medio cañón y, en los ábsides, de cuarto de esfera. Carece de toda ornamentación escultórica que pueda distraer la contemplación de la piedra lisa en su función arquitectónica. Delante de la capilla mayor se ha construido una cúpula, pasando a la planta octogonal por medio de trompas. De sus cuatro óculos llega la luz, como también de sendas saeteras de los ábsides laterales y tres ventanas sencillas del central. En el centro del segundo tramo occidental se alza una curiosa capilla, apoyada en los cuatro pilares pero exenta y cerrada como si estuviera al aire libre. Se cubre al interior con bóveda de semicañón apuntado y tiene dos puertas románicas al norte y al poniente.

Preside la capilla mayor el famosos retablo esmaltado, joya de la orfebrería románica española, realizado probablemente para este santuario en tiempo de García Ramírez (1134-1150). En el santuario se guarda la venerada efigie del Ángel que sostiene en alto la reliquia del Lignum Crucis y que según la tradición fue dejada por el Ángel tal como se comenta en la leyenda.

Leyenda de San Miguel de Aralar

En Navarra, antes de existir los reyes de Navarra, vivía en el valle de Goñi, un caballero llamado Teodosio, Buruzagia de la comarca, casado con Dña. Constanza de Butrón. Poco después de casarse, Teodosio tiene que abandonar su casa para dirigir la lucha contra los árabes.

Dña. Constanza quedó sola en su palacio con los padres de Teodosio, a los que tuvo la deferencia de hacerles dormir en la habitación señorial, pasando ella a otra más pequeña. Cuando Teodosio volvía victorioso a su castillo, se le apareció el diablo disfrazado de Basajaun ("El Señor de los Bosques") que le hizo creer que su mujer le engañaba con un criado.

Teodosio, fuera de sí, se lanza a galope hacia su casa. Al amanecer penetra en su palacio y se dirige decidido y enfurecido a su habitación matrimonial con la daga desenvainada. Entra en la alcoba y apuñala retiradamente a las dos personas que dormían en su lecho convencido de que eran su esposa y el amante de ésta.

Creyendo haber vengado el agravio, sale de casa y sobrecogido se encuentra con su esposa que salía de misa, aterrado, conoce que quienes dormían en su cama y a quienes había asesinado eran sus padres. Atemorizado por el crimen, va a Pamplona a pedir perdón al Sr. Obispo quien, horrorizado, le envía a Roma para que sea le propio Papa quien le absuelva de su pecado.

Teodosio, arrepentido, va de peregrino a Roma y el Papa le absuelve, poniéndole como penitencia el arrastrar unas gruesas cadenas hasta que por un milagro divino se le desprendieran. Esto sería el signo inequívoco del perdón divino.

Teodosio, estando retirado en Aralar, un día vio salir de una sima un gran dragón que amenazaba devorarlo, Teodosio, indefenso, cayo de rodillas e imploró la protección de S. Miguel, exclamando ¡San Miguel me valga!.

En aquel momento, entre gran estrépito, apareció el Arcángel, quien mostrando la cruz sobre su cabeza venció y mató al dragón al grito de ¡Quién como Dios! ¡Nor Jaungoikoa bezala!

En aquel mismo momento, Teodosio quedó libre de las cadenas, perdonado por Dios, que le dio una reliquia.

Ya libre volvió a su casa de Goñi donde le esperaba su esposa. Y ambos, agradecidos a Dios, erigieron un santuario al Arcángel en lo alto de Aralar, al que llamaron San Miguel in Excelsis.


Y..... seguimos pensando y San Miguel pesando almas cual Hermes revivo. 
 
Orígenes históricos del culto a San Miguel Arcángel

La escena del pesaje de las almas, conocida iconográficamente por el término de psicostasis o psicostasia, aparece en las representaciones del llamado Libro de los Muertos egipcio, una especie de «manual» que servía a los difuntos para pasar con éxito las pruebas que le franquearían las puertas del más allá.

La psicostasis no fue propiedad exclusiva de los egipcios. Hay relatos similares en el budismo, el mazdeísmo e incluso el Islam.

Sin embargo, en ningún otro lugar tuvo tanta importancia como en Egipto, y es de ahí de donde parece proceder su conexión con el cristianismo.

Durante la época helenística y romana, Hermes – Mercurio se convirtió en el encargado de ejecutar el pesaje de las almas. De este modo, Hermes se identificó con Thoth. Esta nueva divinidad, Hermes-Thoth se identifica a su vez con la figura de Hermes Trismegisto, considerado fundador del hermetismo, y que en época cristiana terminaría por ser identificada con el Arcángel San Miguel.

En la actualidad, todos los estudiosos coinciden en señalar el Egipto copto como el lugar más probable del nacimiento del culto a San Miguel, lo que hace aún más comprensible la identificación entre ambos personajes. Tal y como explica el historiador del arte Joaquín Yarza Luaces, no fue una simple sustitución:

Miguel no sustituye a Hermes, sino que se identifica con él o se incorpora al complejo personaje Hermes-Thoth.
Las figuras cumplían una función de psicopompos –conductores de almas– y, por este motivo, muchos de los santuarios del Arcángel San Miguel fueron construidos en lugares elevados. Esta función de psicopompo o conductor de almas atribuida al arcángel cristiano aparece de forma abundante, según los historiadores, en varios textos apócrifos, algunos de ellos cargados de gnosticismo.

La identificación entre estos personajes es tan evidente que, tal y como explica Yarza Luaces, se conservan algunas gemas y amuletos en las que aparece representado de forma inequívoca Hermes, aunque llevan una inscripción mencionando a Miguel.

Le Mont Saint Michel.


En Daniel 12:1 se menciona otra vez al arcángel Miguel en un contexto dramático relacionado con los últimos tiempos:

“Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo […]”.

Podemos comparar este versículo con Isaías 9:6, donde se alude a Jesucristo:
“Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado […] Y por nombre se le llamará […] Príncipe de Paz”.

Pues bien, en otras partes de la misma profecía, el término ‘ponerse de pie’ significa que la persona asume autoridad para gobernar como rey (Daniel 11:3, 4, 7, 20, 21). Por consiguiente, cuando Miguel ‘se pone de pie’, él, también, comienza a gobernar como rey.

En el capítulo 7 de Daniel hay otra profecía acerca de la marcha de las potencias mundiales que tiene características paralelas a la del capítulo 11 de Daniel. Sin embargo, en la culminación de esa profecía se nos dice que a “alguien como un hijo del hombre” le “fueron dados gobernación y dignidad y reino” (Daniel 7:13, 14). Por todas partes se reconoce que el que es “como un hijo del hombre” es Jesucristo (Mateo 10:23; 26:64; Revelación 14:14). Por consiguiente, en la culminación de una profecía Jesús llega a ser rey. En la otra profecía de Daniel, Miguel llega a ser rey. Puesto que ambas profecías tratan sobre el mismo tiempo y el mismo acontecimiento, seguramente es razonable concluir que se están refiriendo también a la misma persona.

El Monte consagrado a Saint-Michel en 708 fue, con el Monte Gargan en Italia del Sur, uno de los primeros lugares del culto del Arcángel San Miguel

Le Mont-Saint-Michel "Maravilla del Occidente", el Mont-Saint-Michel se erige en el centro de una inmensa bahía invadida por las mayores mareas de Europa.

A petición del Arcángel Miguel, "jefe de las milicias celestiales" el obispo de Avranches, Saint Aubert, construyó y consagró una primera iglesia el 16 de octubre de 709. En el año 966, a petición del duque de Normandía una comunidad de benedictinos se establece en el peñón. Durante ocho siglos no paran de construir, agrandar y embellecer su Abadía, hasta tal punto que en el siglo 13 se le asignará el nombre de "Maravilla".

Obra maestra de la Arquitectura de las Arquitecturas podríamos decir; permite al hombre del siglo XX meditar en la cripta prerromana, admirar en ella la potencia y majestad del arte romano; dejarse llevar por la belleza de las partes góticas.

Este gran hogar espiritual e intelectual fue con Roma y Santiago de Compostela uno de los más importantes centros de peregrinación del Occidente medieval. Desde hace cerca de mil años hombres, mujeres y niños vienen, por carreteras llamadas "caminos del Paraíso", a buscar ante el Arcángel del juicio, pesador de los almas, la seguridad de la eternidad.

Convertida en prisión durante la Revolución y el Imperio, el estado de la Abadía requerirá importantes trabajos de restauración a partir de finales del siglo XIX. La celebración del milenio monástico en 1966 precedió la instalación de una comunidad religiosa en el antiguo hogar abacial perpetuando la primera vocación de este sitio: el REZO y la ACOGIDA.

En paralelo al desarrollo de la Abadía, un pueblo se organiza y prospera al pie de sus murallas: Pegado al lado sureste del peñón, tiene desde siempre una vocación comercial afirmada de restauración, hostelería y tiendas de recuerdos.

Inscrito al "Patrimonio mundial" por la UNESCO, este alto lugar turístico recibe hoy más de tres millones de visitantes por año.

La Abadía

El Monte consagrado a San Miguel en 708, fue, con el Monte Gargan, en Italia del Sur, uno de los primeros lugares del culto del Arcángel San Miguel. La Abadía ofrece un panorama completo de la arquitectura medieval: de los siglos XI al XVI.

Sigamos pensando....

Monte San Angelo. Gargano, Italia.


San Miguel toma una cueva para defendernos de .....

Cerca del año 490, un señor de Gargano estaba buscando uno de sus mas preciados toros. Cuando pensaba que estaba definitivamente perdido, lo logró ver dentro de una cueva de rodillas. Como la cueva estaba muy alta, este hombre pensó que jamás el toro lograría salir de allí, y le disparó una flecha para sacarlo de su miseria. Pero la flecha, a medio camino, dio la vuelta, dirigiéndose de nuevo hacia el hombre.

Sorprendido, el hombre fue al obispo a relatar lo que le había sucedido. El obispo instituyó tres días de oración y ayuno afuera de la cueva para discernir si lo ocurrido era o no un incidente del cielo. Mientras oraban fuera de la cueva, San Miguel se le apareció al obispo y le dijo: "Yo soy el Arcángel San Miguel, y estoy siempre ante la presencia de Dios. Esta cueva es sagrada para mi; es de mi elección. No habrá mas derramamiento de sangre de los toros. Donde las rocas se abran de par en par, los pecados de los hombres serán perdonados. Lo que se pida aquí en oración será concedido. Por lo tanto, dediquen la gruta a culto cristiano".

Pero a pesar de esta manifestación el obispo dudaba. Mas tarde el pueblo de Gargano se veía amenazado por una invasión, y el Arcángel se le volvió a aparecer al obispo y le prometió victoria para el pueblo, si confiaban y tenían fe. Así fue. El obispo en gran angustia se veía dividido entre dudas y la petición de San Miguel de construir la Iglesia en la gruta.

Un año mas tarde el obispo fue donde el Papa a pedir dirección. Este le envío junto con sacerdotes a estar tres días de oración y ayuno fuera de la cueva y pedir la asistencia del Arcángel para discernir la voluntad de Dios. San Miguel se le aparece de nuevo y ordenó al obispo entrar a la cueva: "No es necesario que me dediques esta Iglesia, yo mismo la he consagrado con mi presencia. Entra y bajo mi asistencia, ora y celebra el sacrificio de la Misa. Te enseñare como yo mismo he consagrado este lugar"

Al entrar, el obispo se encontró dentro un espléndido altar revestido de mantel rojo y una cruz de cristal. En la entrada había una huella de pie, confirmando la presencia del Arcángel.

San Miguel libera de la plaga

Otro incidente notorio ocurrió en el año 1656: toda el área estaba bajo el ataque de una plaga. Las víctimas eran muchas. El obispo de ese tiempo recurrió a San. Miguel y pidió tres días de oración y ayuno. San Miguel se le aparece en Sept. 25 1656: "Yo soy el Arcángel San. Miguel. Quien use las piedras de esta gruta será liberado de la plaga. Bendice estas piedras, grábales el signo de la cruz y mi nombre." El obispo así lo hizo, e inmediatamente ceso la plaga.

Muchos santos han visitado este lugar (San. Francisco, Beato Padre Pío, San Antonio, San Agustín)

En mayo 24, 1987 SS Juan Pablo II visito esta cueva, rezó la oración compuesta por León XIII y dijo: "he venido a venerar e invocar la protección del Arcángel San Miguel y pedirle que defiende a la Santa Madre Iglesia... La batalla contra el demonio, por lo cual el se distingue, es real aun hoy, ya que el demonio esta vivo todavía y muy activo en el mundo moderno".


Para meditar....

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